USO: Té o infusión: añadir agua hirviendo en una taza con hojas de menta. Ayuda en la digestión, mejora la circulación, alivia los nervios y el estrés.
Decocción: hirviendo las hojas de menta por 30 minutos sirve para aliviar la piel agrietada y lavar heridas.
Tiene un sabor refrescante y produce una sensación “fría” en las vías respiratorias y en la boca.